Caracol

No recaer en el ensueño
en la realidad paralela en la que juras que vives,
no dejarme dominar por mis creencias
que inventan mi realidad,
que crean y recrean escenarios de dolor
de los que no lograba escapar.

Como un caracol queriendo trepar un vaso de vidrio
me quedé siempre atorado en el fondo,
por más que creía avanzar
estaba clavado en el mismo sitio,
mientras la vida a mi alrededor se pintaba como una película
en cámara lenta.

A la que todos pertenecían menos yo
este poema mejor lo dejo para otro día,
está evocando a mis demonios de nuevo
estoy recayendo en el ensueño,
solo quien sabe entrar
sabe cómo salir.

Cómo despertar al fin de ese sueño maldito en el que andaba inmerso
hipnotizado por el dolor,
seducido por la oscuridad
hundido en la desesperanza,
buscando la salida fácil.

Hoy hasta sonrío al darme cuenta que todo era solo una ilusión.

Vive en tu propio ensueño
del que nunca despertar,
del que nunca despertar.

Yo me rehúso a seguir soñando.