Como todo lo que está sucediendo en estos dos primeros decenios del siglo XXI, se están dando cambios sumamente radicales en todas las áreas del quehacer humano soportados por una profunda y vasta revolución tecnológico que está transformando todos los aspectos del quehacer humano.
Para hacer la cosa más compleja aún, el ritmo del cambio también se ha acelerado dramáticamente. Todo está evolucionando a ritmos sin precedentes impulsados por la revolución tecnológica a la que con gran tino, el World Economic Forum llama “La Cuarta Revolución Industrial”.
Todas las grandes empresas (data driven companies) que han sabido adaptarse al Siglo XXI son lideradas por un gran Social CEO
El CEO “trdicional”, al transformarse en un “Social CEO”, que viva y respire la economía digital, se inserta e inserta a la empresa que comanda, en el sistema nervioso digital del planeta y accede y hace acceder a su empresa a la Sociedad de la Información teniendo a su alcance y al alcance de su equipo conocimiento como nunca antes ha sucedido en la historia de la humanidad.
Los CEOs del siglo XXI no pueden darse el lujo de privarse y privar a las empresas que lideran de los enormes y casi ilimitados beneficios que brinda incorporar este conocimiento, generado a diario, cada minuto en todo el mundo. Una empresa desconectada con un líder desconectado de este ecosistema global, pierde innumerables oportunidades para aprender, mejorar, innovar, hacer negocios, transformarse y por qué no… hasta reinvetarse.
Aprender a aprender y aprender a desaprender
En nuestra experiencia el problema radica en que los ejecutivos (y mientras más alto su cargo peor) ven a las redes sociales como irrelevantes en lo que respecta al mundo profesional y de negocios. Esta forma de ver el mundo los hace a ellos, (y nuevamente, a las empresas que lideran) sumamente vulnerables a las disrupciones que vemos suceder casi a diario en todo el orbe.
Es así que estas empresas sufren de una miopía de tal nivel, que no logran entender cuáles son las causas de su decline en ventas, de su irrelevancia o incluso de su quiebra cuando la solución era sumamente sencilla y evidente y estuvo siempre al alcance de sus manos: su competencia entendió el enorme poder de la revolución digital y lo usó como parte de su estrategia competitiva para sacarlos del mercado.
Como mencionamos en un artículo previo, las redes sociales deben ser vistas como el “Sistema Nervioso Digital del Planeta” particularmente Facebook, Twitter y Linkedin (aunque yo añadiría también Pinterest y Slideshare). En la economía digital del siglo XXI lo primero que deben aprender los ejecutivos es la importancia que tiene para las empresas que éstas cuenten con un Social CEO y que tanto él o ella cuenten con una estrategia de redes sociales coherente con la hiper-economía digital del siglo XX!.
Un Social CEO le da un enorme valor a las empresas pues es el vocero oficial y la cara visible de la empresa en un mundo donde lo más importante es el mantenimiento de relaciones. En el siglo XX, todo estaba orientado a las transacciones. Esa forma de ver los negocios en el siglo XXI hace irrelevante a las empresas pues no respetan las reglas tácitas que la comunidad de usuarios de redes sociales en todo el mundo respetan y cometen el grave error de “sobrevender”, lo que afecta la imagen y la reputación de la empresa.
Una empresa que no comparte contenidos de valor con el sistema nervioso digital del planeta, no forma parte de las conversaciones que coadyuvan al desarrollo de las personas, las empresas e incluso del mundo.
Tampoco ven a las redes sociales como quizá la forma más importante de aprender y mantenerse vigentes en la hiper economía digital del siglo XXI. Como profesor de postgrado, considero que este tipo de “educación no estructurada” es incluso más valiosa que la “educación estructurada”, aquella con la que solemos educarnos o capacitarnos (Profesor, pizarra, powerpoint, alumnos) pues accedemos a conocimiento ilimitado en todos los ámbitos del quehacer empresarial y humano.
En la hiper economía digital del siglo XXI, se comparte muchísima información que las empresas, los profesionales y sobretodo los ejecutivos deben transformar en conocimiento que le permita informarse, innovar e incluso transformarse en lo que se suele llamar un “Social Enterprise”.
Esta forma de compartir y cosechar conocimiento en las redes sociales es uno (entre varios otros) de los aspectos más importantes de las “Data Driven Companies” del siglo XXI. No hacerlo es como cegar y enmudecer a una compañía al no hacerla partícipe de conversaciones globales caracterizadas por el conocimiento que comparten. Para lograr esta transformación, una de las primeras cosas que debemos aprender a hacer como CEOs es aprender a desaprender.
“What brought you here, won´t take you there”
Muchas de las reglas de juego, la visión y los procesos que les fueron útiles a las empresas en el siglo XX, en el siglo XXI las hacen lentas, paquidérmicas y con una muy baja y muy lenta capacidad para aprender e innovar. En un mundo hiper competitivo como el actual, esta forma de actuar hace a la empresa víctima del peor de los males del siglo XXI, el “Darwinismo Digital”
Darwinismo Digital: Un estado de falla del negocio donde la tecnología y la sociedad avanzan más rápido que la capacidad de la empresa para adaptarse | Brian Solis
Aquí puedes ver la lista completa de los top 100 CEOs
Me hago la siguiente pregunta: ¿Si las empresas más importantes del mundo cuentan con Social CEOs, porqué el resto de empresas no adopta esta misma práctica? Estas súper empresas aplican estas estrategias por una razón muy sencilla: ¡Porque funcionan!
Los líderes empresariales del siglo XXI ya no son solo medidos por sus resultados financieros. La forma en que se comunican con sus clientes, empleados y demás stakeholders es sin duda uno de los roles de los nuevos CEOs y una de las estrategias más importantes de la nueva hiper economía en que vivimos.
Este factor de la cultura corporativa incluso se irá haciendo cada vez más importante pues esta forma de interacción fortalece la colaboración, el aprendizaje, el sentido de pertenencia y las ganas de trabajar de nuestros empleados.
También mejora sustancialmente la reputación tanto del Social CEO como de la empresa que dirige. Si ya la gente está hablando de su empresa ¿Por qué no formar parte de la conversación?
El Social CEO también debe saber comunicarse hacia dentro de su empresa
- Los empleados por sí mismos ya son sociales, entre ellos, con sus familias, amigos y el mundo.
- La sociabilidad del CEO instila sentimientos positivos en su gente, lo que redunda en comportamientos positivos haciendo el ambiente de trabajo más agradable y elevando la competitividad de la firma.
- Los Social CEOs son mejores líderes: Inspiran, comunican, escuchan y aprenden. “Sienten” mucho mejor a la empresa y le toman el pulso en forma diaria a la corporación apoyados por el equipo social media que lo soporta.
- No les demanda mucho tiempo inspirar. Apenas una foto, una cita, un símbolo o un comentario puede inspirar a toda la compañía.
- Acerca el CEO a la gente y lo baja de su pedestal inaccesible, sin que por eso pierda liderazgo o respeto, por el contrario se gana mucho más la confianza y el respeto de su gente al hacerse accesible.
Beneficios de transformarnos en Social CEOs
- Mejora la reputación de la empresa
- Demuestra la innovación de la empresa
- Humaniza a la compañía
- Mejora las comunicaciones con los empleados
- Mejora la comunicación con los stakeholders de la empresa
- Construye buenas relaciones con los medios
- Es una buena forma de compartir noticias e información sobre la compañía
- Le permite a los nuevos empleados conocer y estar en contacto con el CEO
- Ayuda a que el CEO esté en contacto con lo que ocurre en su empresa
- Mejora los resultados de la empresa
- Mejora la credibilidad de la empresa en el mercado
- Ayuda a atraer nuevos clientes
- Le da a la empresa una ventaja competitiva
- Mejora la performance del CEO en momentos de crisis
- Ayuda a instaurar una cultura corporativa basada en el aprendizaje y la innovación constante.
Estimados colegas, como Social CEO solo puedo recomendarles que salgan de su zona de confort y acepten y entiendan que en el siglo XXI rigen nuevas reglas de juego en el mundo corporativo que hay que aprender a respetar, perdón, ¡Que están obligados a dominar!. No hacerlo los condena tanto a ustedes como a sus empresas en el mejor de los casos a la irrelevancia, y en el peor de los casos, a la extinción.
Pablo Bermúdez
Consultor Internacional en Transformación Digital, Knowmad, Empresario, Mistagogo, Profesor, Expositor, Escritor y mil cosas más…
Director en The Startup Factory
Twitter: @pablober
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