Poesía

Ángeles Caídos

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En las noches insomnes de la orgía
diluye las naves de la bóveda celeste,
cuelgan de sus ángulos gárgolas definitivas

dioses de yeso me contemplan con miradas lánguidas
cargan en silencio la miseria de la creación
transformando en sueño la ilusión perfecta

Altares de fuego irrumpen en el firmamento
elevándose hacia el dominio inalcanzable de todo lo sacro
viajan las almas inconscientes de los fieles hacia refugios de dioses destructores
de ángeles con guadañas listos a cosechar el trigo
a quemar la cizaña
regocijan sus leves estados destruyendo a los que envidian

si por un breve segundo pudieran sus cuerpos inefables retorcerse en el pecado
dejar a la eterna perfección, mantenerse como una nota infinita

si tan solo el universo pudiera prescindir de ellos
sostenerse solo
permitirles ser imperfectos remedos de dios
tomarían sus cítaras, sus clarines, sus trompetas
sus arpas, sus velos de lino, sus alas blancas
y entre torbellinos de música y plumas
se reunirían con nosotros
los más perversos faunos de la creación
a cantar himnos de gloria a la carne, el sudor y la muerte
los límites maravillosos impuestos desde el principio…

contemplan en silencio la diversidad
el sentimiento de ser uno y ninguno
las estrellas inalcanzables, el mar, la arena
absortos en el placer que genera un roce de piel
una lágrima breve
la sed previa al beso
el vacío que deja el amor

mojan sus alas en fuentes de dolor

musas y centauros los reciben con delicadeza
apoyan sus mentes sobrecogidas en el regazo de un nuevo dios
caen sus leves alas disueltas por el sudor
los ojos de fuego se cristalizan en miradas lánguidas
la fuerza de carácter se vuelve sed insaciable
de poseer…
de ser poseído…

te veo traslucir entre esos ojos….

haz sido profanada
violada por el ensueño
por el deseo que abruma y adormece la razón
tus fibras tiemblan poseídas por placeres prohibidos a tu naturaleza

intentas detener los gemidos que elevándose te acusan
el rítmico vaivén de los muslos recién descubiertos
la espesura de donde brotan tus piernas líquidas
el placer total del descontrol
el inmenso pánico que infunde el vacío
el desengaño

bienvenida mujer…
bienvenido ser humano…

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