En la era social media y móvil, de desarrollo exponencial de todas las ciencias, de disrupciones que destruyen business models que se consideraban inamovibles, donde ahora prácticamente todas las empresas están interesadas en la disciplina de Digital Transformation (muy importante, es una disciplina, con un framework de implementación, no solo un marco teórico o un concepto), donde el futuro ha dejado de ser lo que era en el pasado, donde el ritmo del cambio se ha acelerado y solo se irá acelerando más y más, muchas empresas están cometiendo un error garrafal: Cuando hablan de “Digital Transformation” se concentran y asignan tiempo, mente y recursos fundamentalmente al componente digital, dejando de lado o dándole poca importancia a lo más importante y estratégico: El Desarrollo de la Cultura Corporativa Adecuada para Prosperar en la Era Digital.
¿Quién no quiere transformar su empresa en el próximo Unicorn? ¿En una empresa exponencial con valoraciones que superen los miles de millones de dólares?
La Importancia Estratégica de la Comunicación Interna cuando hablamos de Digital Transformation
Cuando solo nos enfocamos en la búsqueda de soluciones digitales se hace más válida que nunca la metáfora:
¡No les estés dando pescado… enséñales a pescar!
Las empresas de hoy, pueden extender con éxito sus creencias fundamentales y principios rectores, es decir, su cultura corporativa, a su empleados, clientes, socios y demás stakeholders. Para alcanzar esta ambiciosa meta, las empresas deben cultivar una cultura de aprendizaje (e irónicamente) también de desaprendizaje permanente, de hiperconexión e innovación interna (intrapreneurs) y externa (entrepreneurs), de pasión por nuestro cliente interno (nuestros colaboradores) para luego buscar deleitar a nuestro cliente final con sólidas estrategias basadas también en diversos frameworks de lo que la industria hoy llama “Customer Experience” o simplemente CX.
Se trata de construir culturas corporativas apasionantes, innovadoras, disruptivas, permeables al cambio, que desafíen permanentemente el status quo, con coraje, transparencia, apertura, mucho más horizontales, basadas en una verdadera meritocracia, obsesionadas por la big data y la extracción de los insights y aprendizajes que esta genera, deben ser además social y ambientalmente responsables y sobretodo contar con un propósito con el cual todos sus stakeholders puedan identificarse y sentirse motivados.
El elemento fundamental entonces más importante para una transformación digital exitosa es la cultura corporativa de la empresa y cómo esta permea, transforma y empodera a su gente.
De este modo estamos “enseñando a pescar”. Estamos construyendo una cultura corporativa y un ecosistema digital que sobretodo promueva y empodere a nuestros colaboradores para innovar. Estas características son las que realmente crean, nutren y sostienen en el tiempo a los verdaderos Unicorns:
- Tesla
- Apple
- AirBnB
- Palantir
- SpaceX
- Tencent
- Spotify
- Cloudflare
- Etc.
En esta era social y móvil, los clientes tienen opciones y voces con un gran alcance, diversos niveles de influencia sobre los demás y pueden ser a su vez amplificadas por sus pares en redes sociales como nunca antes.
Para que las empresas puedan conectarse realmente con sus empleados, clientes, el mercado, la sociedad y el mundo, debemos ser capaces de escuchar, responder, participar y agregar valor de manera oportuna y sólida a las conversaciones que giran en torno a nuestra empresa, nuestra industria y sobretodo nuestro propósito.
Pero para conectarnos de verdad, debemos hacerlo a través de un enfoque personalizado y mutuamente beneficioso; y para hacer esto bien, debemos abrazar la colaboración social tanto interna como externa.
Entra la Red Social Corporativa
La transformación hacia un “Social Enterprise” no es un viaje tecnológico, sino más bien un objetivo cultural, orientado a las personas y a la adecuación de los procesos de la empresa para que se adapten y si es posible les permitan a las empresas liderar y prosperar en base a agilidad, inteligencia y una gran capacidad para leer tempranamente las tendencias que determinarán el futuro inmediato y de mediano plazo (proyectar escenarios a largo plazo en la era de la disrupción hoy se hace prácticamente imposible).
Una de las mayores taras para la innovación y evolución de las empresas se encuentra en el mindset de sus líderes. El cambio de siglo, de milenio y de era les demanda pasar de mentalidades basadas en transacciones a mentalidades orientadas a la participación y la construcción de relaciones que como resultado aumentarán y solidificarán las transacciones o como decimos ahora, conversiones.
Nuestros empleados y clientes quieren saber hacia dónde vamos y por qué; la gente quiere saber en qué creemos, no solo quiere ser escuchada, quiere que sus propuestas sean consideradas, evaluadas y que generen cambios reales y tangibles y lo hacen porque se sienten empoderados. En esta era social, conectarse con organizaciones afines es un factor estratégico de crecimiento (La Cultura Startup).
Recordemos a Simon Sinek cuando dice “La gente no compra lo que haces; la gente compra por qué lo haces”, nunca es más válido este apotegma que ahora, en la segunda década del siglo XXI, la más radical de las revoluciones de acuerdo al World Economic Forum.
Se trata entonces de construir una cultura corporativa que se extienda a toda la compañía y que demande un compromiso unificado para trabajar con dignidad, pasión, respeto e inclusión pero innovando profundamente empoderados por nuestros líderes que deben pregonar con el ejemplo.
Y recién en este momento entra la tecnología a apoyar esta visión. La columna vertebral que les permite a estas empresas innovar sostenidamente, hacerlas más competitivas y ágiles se llama Red Social Corporativa. Parafraseando la descripción que hace Wikipedia de las Redes Sociales Corporativas:
Las redes sociales corporativas se centran en el uso de las redes sociales en línea o las relaciones sociales entre personas que comparten intereses y/o actividades comerciales. Las redes sociales empresariales a menudo consisten en software social de índole empresarial (considerado como un componente principal de la estrategia “Enterprise 2.0”) que crea una red social cerrada y que abarca las modificaciones a las intranets corporativas tradicionales para incluir los paradigmas y funcionamiento intuitivo de las redes sociales externas creando así un nuevo modelo híbrido denominado “Intranet Social”.
Para construir esta cultura es probable que debamos replantear los fundamentos más profundos de la empresa. Debemos evaluar si siguen siendo válidos y consecuentes con la era en que vivimos y enfocarnos estratégicamente en el cumplimiento consistente de estas grandes promesas: Propósito, Visión, Misión, Valores y Objetivos.
Hoy más que nunca la reputación corporativa está determinada por la fiabilidad, por la confianza que genera la marca, la empresa y sobretodo su gente. Un “Social Enterprise” (el resultado de una empresa “digitalmente transformada”) simplemente se preocupa más, innova más, aprende más y todo lo hace a un ritmo mucho más acelerado que el de su competencia; pero sobretodo, es una empresa que realmente “vive su cultura”.
La autenticidad se encuentra en la intersección entre lo que creemos, lo que decimos y lo que hacemos. Una “Social Enterprise” es, sobre todo, auténtica y proactiva en el cumplimiento estricto de sus promesas: Propósito, Visión, Misión, Valores y Objetivos
En esta era social, móvil, hiperconectada, de innovaciones radicales y disruptivas, una empresa debe ser capaz de cambiar, transformarse y adaptarse al cambio muy rápidamente para lograr sobrevivir, y en el mejor de los casos mantener un crecimiento sostenible (típicamente aritmético, pero ir inalcanzablemente a la caza de modelos de crecimiento exponencial, tan característicos de la revolución digital del siglo XXI).
Debemos entonces empezar por reconocer que las iniciativas social media y móviles no pueden seguir siendo discusiones de tecnología, sino aceptarlas e integrarlas como lo que son en realidad: un estilo de vida, un estilo de vida móvil y social que ha visto una escala y velocidad de adopción sin precedentes en el mundo entero acercándose ya a los 3000 millones de usuarios.
“La innovación casi nunca falla porque se da demasiado temprano. Casi siempre falla porque se da cuando ya es demasiado tarde. ” – Seth Godin
Conclusión
La transformación digital exitosa de la empresa en un “Social Enterprise” es liderada primero por la cultura, las personas, los procesos y, por último, la tecnología.
Su mantra, aquel que debe correr por la sangre de la empresa y estar tatuado en el ADN de sus colaboradores (no solo estar publicados en su website o memoria anual) y ser vivido consecuente y proactivamente son su Propósito, Visión, Misión, Valores y Objetivos.
Una vez determinado todo esto, entran ahora a tallar otros conceptos que trataremos en otros artículos: La constitución, configuración, roles y funcionamiento del Corporate Innovation Center, constituir outposts en los principales innovation hubs, instaurar metodología ágiles, etc.
Y como lo he mencionado también en artículos previos, cosechar beneficios tan impresionantes como los que muestro en el siguiente cuadro:
Pablo Bermúdez
Consultor Internacional en Transformación Digital, Knowmad, Empresario, Mistagogo, Profesor, Expositor, Escritor y mil cosas más…
Director en The Startup Factory
Twitter: @pablober